Treinta años del debut en la Copa de la UEFA

Agustín; Aguilera, Antonio Mata, César Gómez, Toño; Chano, Redondo, Ezequiel Castillo, Felipe; Latorre y Pinilla. Este once pasó a la historia del tinerfeñismo el miércoles 15 de septiembre de 1993. Tal día como hoy, hace ahora treinta años, el CD Tenerife comenzó su camino en la Copa de la UEFA, una trayectoria que incluyó otra participación en la temporada 96-97 –llegando a las semifinales­– y una particularidad notable: en las ocho eliminatorias que disputó logró ganar al menos un partido.

Una clasificación ‘in extremis’. El CD Tenerife selló el quinto puesto en la Liga y su primera clasificación para la Copa de la UEFA en una de las citas históricas de su década prodigiosa en Primera División. Lo hizo tras ganar (2-0, Dertycia y Chano) al Real Madrid en la última jornada del campeonato 92-93, lo que dejó al equipo merengue sin el título. Se trataba, además, de una reedición de la jornada final del torneo anterior, cuando idéntico adversario también había caído (3-2) en el Heliodoro para ceder un trofeo que ya acariciaba. Ambas ligas fueron para el Barcelona, lo que dio fama planetaria a esos partidos.

El rival que no fue. El primer rival europeo de los blanquiazules debía el AS Mónaco, según el sorteo celebrado el 14 de julio de 1993 en Ginebra (Suiza). Tercer clasificado de la liga francesa, venía de ser subcampeón de la Recopa. Con el campeón mundial alemán Jürgen Klinsmann como estrella, acababa de fichar al belga Enzo Scifo y contaba con internacionales franceses como el portero Ettori, el defensa Luc Senor o el centrocampista Petit, también luego campeón mundial.

Pero mediado el mes de agosto, el Olympique de Marsella (OM) perdió su título por un escándalo de sobornos a los rivales y fue expulsado de la Liga de Campeones. El PSG, subcampeón de liga, prefirió participar en la Recopa y el Mónaco ocupó el lugar el OM en la primera competición europea. Así que el AJ Auxerre, sexto clasificado en el campeonato galo, cubrió la plaza del Mónaco en la Copa de la UEFA y, de un día para otro, el Tenerife cambió de rival continental.

Y el rival hecho a sí mismo. El Auxerre era un reflejo de la figura de su técnico, Guy Roux, un exfutbolista del club que en 1961 se había hecho cargo de aquel equipo amateur como jugador-entrenador y que permaneció en el banquillo hasta 2005. En 44 años de reinado, llevó al Auxerre desde la Tercera División a la élite, incluidas una Liga y cuatro Copas de Francia. Para terminar de imponer con un currículo que impresionaba, venían los borgoñeses de alcanzar las semifinales en la edición precedente de la Copa de la UEFA, en las que cayeron por penaltis frente al Borussia Dortmund. Junto a media docena de internacionales franceses –con el extremo Varihua y el mediapunta Martins a la cabeza–, el Auxerre tenía otras estrellas en su portafolio, como el holandés Verlaat o el argelino Moussa Saib.

El peor comienzo posible. Curtido en mil batallas, Roux animó las vísperas de la cita en el Heliodoro –“no entiendo cómo puede jugar una competición europea un equipo que está en África”­, se quejó el técnico– antes de que su once helara a la parroquia local, según arrancaba el encuentro, con una velocidad descomunal en las transiciones

Novel en aquellas cuitas, al grupo de Valdano le costó adaptarse al partido, pero al final arañó un empate (2-2) gracias a un Fernando Redondo imperial y al oficio arrimado a la banda izquierda de Felipe Miñambres: antes provocó un penalti en el minuto 19 (convertido por Pinilla) para compensar el tanto de Vahirua (m.15). Y luego marcó el gol (m.71) que igualaba el de Saïb (m.22, también de penalti), dejando un incierto 2-2 para hacer frente al partido de vuelta en la capital del departamento de Yonne.

Gesta en el Abbé Deschamps. Con todo en contra y doscientos incondicionales que le acompañaron desde la Isla, el Tenerife escribió el 29 de septiembre de 1993 una de las gestas más recordadas de su historia centenaria. Era su primer desplazamiento europeo, jugaba en un ambiente hostil, contra un rival superior y contra un arbitraje poco amable… pero firmó un partido épico como pocos.

Como dos semanas antes, el equipo de Valdano resistió el arranque impetuoso del Auxerre, en lo que el encontraba la luz de un Redondo colosal para ganar presencia en el campo. Mediada la segunda parte (m.67), llegaron los frutos gracias a un gol –otro gol– de Felipe, que clasificaba provisionalmente a los blanquiazules.

Una épica inolvidable
Llegó entonces el otro partido. El CD Tenerife se quedó con un jugador menos a un cuarto de hora del final, cuando el inglés Elleray expulsó a César Gómez (m.75), y frisando el minuto 90, el guardameta Agustín evitó el empate con una parada que le lastimó el hombro y lo dejó fuera de combate. Con los cambios agotados, Pier mutó de delantero a portero de circunstancias, pero el Tenerife resistió nueve minutos que lucieron como noventa mientras a Cherubino le surgía una tarea tras otra: resolvió dos melés, detuvo un disparo colocado y salió de puños tres veces ante un Auxerre tan volcado como estéril.

Y un carrusel de noches de emociones. Lograda aquella gesta inconcebible, el CD Tenerife obró el segundo de sus milagros europeos eliminando en Grecia al Olympiacos. Solo el Juventus, un gigante del fútbol europeo, fue capaz de eliminarlo en los octavos de final. Y aún perdiendo en la ida de Turín (3-0), le ganó el Tenerife en la vuelta (2-1). Como el resto de los ocho rivales con los que se midió en esta Copa de la UEFA y en la del curso 96-97, a todos se impuso el Tenerife al menos una vez, las más de las veces remontando en vueltas imposibles que incluyeron goleadas a equipos legendarios como el Feyenoord o la Lazio.

Copa de la UEFA. 1/32 final (ida) | 15/09/1993 

CD TENERIFE
Agustín; Aguilera, Antonio Mata, César Gómez, Toño (Conte, 55’); Chano, Redondo, Castillo, Felipe; Latorre (Dertycia, 69’) y Pinilla.

AJ AUXERRE
Martini; Rabarivony, Mahe, Verlaat, Goma; Saïb, Henna, Ciechelski, Martins; Vahirua y Baticle. Sin cambios.

ÁRBITRO
Van der Ende (Holanda).

GOLES
0-1 (16’): Vahirua. 1-1 (19’): Pinilla, de penalti. 1-2 (21’): Saïb y 2-2 (71’): Felipe.

INCIDENCIAS
Estadio Heliodoro Rodríguez López, ante 14.000 espectadores.

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