El exfutbolista del CD Tenerife José Alberto Morín (Santa Cruz de Tenerife, 22/11/1942) falleció este viernes, día 10 de enero, a los 82 años de edad. Defensa y centrocampista blanquiazul durante seis temporadas (63-64 a 68-69), se alineó con el representativo en 101 partidos (siete en la Copa del Generalísimo) y firmó tres goles. Este sábado, en la previa del CD Tenerife-CD Castellón (17:30 horas, #HRL) se guardará un minuto de silencio en su memoria y los jugadores blanquiazules portarán luto.
Tras debutar la temporada anterior, de la mano de Eduardo Toba, en un amistoso frente a la UD Las Palmas, Morín se incorporó al CD Tenerife en un verano en el que remodeló casi la mitad de la plantilla, tras vender al portero Ñito al Valencia CF, perder al defensa Sicilia durante un año por culpa del servicio militar y dejar ir a Beitia al Club Atlético de Madrid. La marcha de tres legendarios del primer ascenso a Primera División (Villar, Zubillaga y Correa) agrandó la lista de bajas en el grupo que pasó a dirigir el grancanario Paco Campos.
Formado antes en el Victoria y desde su último año juvenil en el Real Unión de Tenerife –con el que venía de ser campeón regional en 1962 y 1963–, tuvo una presencia intermitente en sus tres primeras campañas, donde la presencia en la zaga de Álvaro, Martínez o Felipe Alberto suponía una competencia enorme. Campos lo hizo debutar en el #MallorcaTenerife de la sexta jornada (3-0) y luego completó 14 presencias más (dos en el Campeonato de España).
Con todo, Pepe Morín fue el canario de entre los seis llegados aquella temporada –los porteros Dorta y Grisaleña, el defensa y Prieto y los delanteros Santiago y Padrón II completaban el cupo de canteranos egresados– que tuvo más continuidad bajo la tutela de Campos, futbolista mítico del Atlético Aviación durante la posguerra, quien, tras un inicio dubitativo, realizó un trabajo sobresaliente. Con el portero De Pablos y el centrocampista Borredá como únicos foráneos en la plantilla, el CD Tenerife 63-64 acabó quinto y con una sola derrota en el Estadio.
Ya titular habitual en las temporadas 66-67 y 68-69, vivió el trance del inmerecido descenso a Tercera en el curso 67-68 –fruto de la desaparición de uno de los dos grupos de la categoría de plata– que obligó al CD Tenerife a una penitencia de tres campeonatos en una categoría para la que no estaba preparado.