Aitor Sanz, 600 partidos en la vida de un futbolista

“Jugar, jugar y jugar. Y volver a jugar”. No hay otro verbo que retrate mejor la carrera como futbolista de Aitor Sanz Martín (Madrid, 13 de septiembre de 1984), que el sábado pasado, día 29 de mayo de 2021, cumplió 600 partidos como futbolista de categoría nacional. Enrolado en cinco equipos desde su debut con el San Sebastián de los Reyes en la Copa SM el Rey 02/03, y ejemplo de entrega y superación, su trayectoria le ha permitido también colarse entre los diez blanquiazules con más apariciones desde 1953.

El análisis de las 808 horas que ha vivido compitiendo en el campo de juego descubre a un jugador tan constante en sus prestaciones —sólo se perdió por lesión o decisión técnica una de cada diez citas— como capacitado físicamente: siete de cada diez partidos los completó de principio a fin. Y siempre en un puesto, en el eje del medio juego, solo o acompañado, en el que todos los entrenadores que le confiaron la titularidad no vieron defraudadas sus expectativas.

A sus 36 años, cocapitán del primer equipo y símbolo del tinerfeñismo contemporáneo, cierra su octava temporada en la Isla como el cuarto jugador más utilizado del curso. Antes con Fran Fernández y luego con Luis Miguel Ramis, 37 partidos (33 titular) hasta completar su sexta centena vestido de corto, una cifra que puede que no imaginara en el lejano 2002 en el que arranca su historia como futbolista sénior.

Debut todavía juvenil.- Aitor Sanz se asomó por primera vez a una competición nacional siendo aún jugador en edad juvenil y menor de edad. A un par de semanas de cumplir los 18, José Aurelio Gay le dio la alternativa, el 28 de agosto de 2002, en un San Sebastián de los Reyes-Marino de Luanco de la primera ronda de la Copa SM el Rey. Entró en el minuto 64, con el partido ya asentado en el 1-1 final, y en la vuelta en Asturias, la semana siguiente, volvió a relevar (86') a Guerrero, autor del 0-1 que clasificó a los suyos.

La eclosión en el Sanse.- Formado en la cantera del representativo del municipio norteño de la Comunidad de Madrid, Aitor Sanz debutó con el Sanse en la Liga de Segunda División B en la primera jornada de la temporada 03/04 (derrota 1-2 frente a un Real Madrid Castilla con Álvaro Arbeloa en la alineación) y acabó —pese a la sucesión de tres técnicos y sus 18 años— con 31 partidos y 22 titularidades.

El bienio zamorano.- Dos campañas más con el Sanse le abrieron las puertas a su fichaje por el Zamora. A las órdenes de Miguel Tomé sumó 71 partidos (69 titular, 62 completos) en un ciclo de dos años que estuvo a punto de llevarle en la primavera de 2008 a la actual LaLiga SmartBank. El Zamora acabó tercero del Grupo II, superó en la primera ronda al Linares y cayó en el cruce definitivo frente al Rayo Vallecano que dirigía Pepe Mel.

La experiencia en un histórico.- Frustrado el proyecto del Zamora, Sanz recaló en todo un club de empaque. Con el Real Unión de Irún —unos de los diez fundadores de la Primera División y cuatricampeón de Copa—, siguió siendo referencia en la medular y firmó su primer ascenso a la Segunda División, luego de un primer puesto en el Grupo I y un camino impecable en los cruces, en los que se quitó de encima a Cádiz, Sabadell y Alcorcón.

Debut en la Segunda División.- El regreso de los fronterizos a la categoría de plata permitió el estreno en Segunda División del futbolista madrileño —el 29 de agosto de 2009, tan pronto como en la primera jornada, para 27 partidos y 24 titularidades en total—, aunque los refuerzos con jugadores de peso como Mari Lacruz o Iñaki Descarga no impidieron el descenso de una categoría en la que este histórico del fútbol español no ha vuelto a militar desde entonces.

Figura en Oviedo.- Con 26 años, 231 partidos en la mochila y convertido en una figura de la categoría de bronce pretendida por los equipos punteros, Aitor se plantó en otra plaza señera que andaba peleada con la élite desde su descenso a Segunda B en 2003. En el Real Oviedo, siguió a lo suyo —jugar, jugar y jugar—, siempre fue fiable para los seis técnicos para los que trabajó en sus tres temporadas en la vieja Vetusta (106 encuentros, 101 en el arranque), pero salió de vacío de la estación previa a su llegada a la Isla: octavo puesto en la temporada 10/11, sexto en la 11/12 y tercero en la 12/13, sin premio en los play-offs que sí llevaron de vuelta al CD Tenerife a su estatus actual.

Llegada al CD Tenerife.- El ciclo sin ascenso en Oviedo y el salto del CD Tenerife de la mano de Álvaro Cervera reabrieron la puerta en Segunda División, en el verano de 2013, a Aitor Sanz, un escalón del que nunca se bajó hasta convertirse en el jugador reconocible por cualquier seguidor de LaLiga SmartBank que ahora es. La apuesta de Quique Medina se reveló rentable desde el primer curso, cuando Cervera le dio el mando del medio juego blanquiazul para proteger la espalda de Ricardo y dar equilibrio a una alineación en la que eran habituales seis canteranos y el grancanario Aridane Santana.

La historia conocida.- Aquel curso 13/14 abrió, tan inusualmente como a los 29 años, la etapa de Aitor Sanz como jugador tinerfeñista, un ciclo más conocido de ocho ejercicios solo empañados por una interminable lesión que le tuvo apartado de los campos durante 16 meses (entre marzo de 2019 y agosto de 2020), 54 jornadas de penitencia sin las que ya habría celebrado su tricentenario como jugador del representativo si nos agarramos al lema que bien podría grabar en su camiseta: “Jugar, jugar y jugar. Y volver a jugar”.

LOS 600 PARTIDOS DE AITOR SANZ

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