Juan Antonio Pizzi no olvida al CD Tenerife. El que fuera delantero blanquiazul en la década de los 90 habló largo y tendido para la revista El Gráfico de noviembre de su pasado en la Isla. El ahora técnico de Rosario Central cuenta situaciones desconoci
Cuestionado por sus sentimientos al ver al CD Tenerife ahora militando en Segunda B, Pizzi explica que “para mí y para muchos de los jugadores argentinos que representamos a ese club, incluso para muchos otros argentinos que siguieron a aquel histórico Tenerife, la sensación es de pena. Fui el único Pichichi que tuvo el club en la Liga. Me lo hacen notar cada vez que estoy por allá. Es un gran orgullo. Es un club al que le debo mucho de lo que he sido en el fútbol y en el que mejor rendimiento tuve”.
“En España marcamos una época. Todos recuerdan a aquel Tenerife porque estaba acostumbrado a pelear abajo y de golpe apareció peleando arriba y con un gran fútbol”, añade el Bota de Oro 1996, que recuerda los partidos en los que sendos triunfos blanquiazules evitaron que el Real Madrid fuese campeón en la última jornada del campeonato en 1992 y 1993.
“Cuando con el Tenerife fuimos al Camp Nou, el estadio nos aplaudió de pie y sacaron pañuelos blancos. El Barça nos hizo un pequeño homenaje y al presidente del Tenerife le regalaron una insignia de oro”, cuenta Juan Antonio Pizzi.
En la entrevista en El Gráfico habla de detalles desconocidos en su relación con el entonces presidente Javier Pérez. El delantero empieza contando que solo tenía un riñón: “Todavía estaba en Central y vino un emisario de un club alemán para contratarme. Cuando le dijeron que me faltaba un riñón, consultaron a una aseguradora y al final la operación se cayó. Después nunca más. Al poco tiempo me vendieron al Toluca y ahí coincidió con que uno de los hijos del presidente tenía un riñón menos. De ahí fui al Tenerife y el presidente, Javier Pérez, también tenía un riñón menos”.
Añadiendo al respecto: “Pérez me dijo que quería demostrar que con un riñón se podía vivir perfectamente. Me hizo un comentario así apenas nos vimos por primera vez. Yo aclaraba siempre este tema del riñón antes de empezar cualquier negociación, porque después te ilusionás y es un problema”.
Pizzi se expresa en términos igualmente de cariñosos cuando rememora su llegada a la Isla: “Toluca era feo feo de verdad y espero no ofender a nadie. Entonces, cuando pisé Tenerife me parecía todo fantástico. Hay playas, pero lamentablemente el futbolista no tiene el ritmo de vida de un turista. Mi familia o la familia de mi mujer sí lo disfrutaban más. Lo mejor que tiene Tenerife, sin duda, es el clima: entre 23 y 28 grados todo el año, no se mueve de eso”.