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Institucional

In memoriam: Abelardo Molowny, ex delantero tinerfeñista

El apellido irlandés Molowny posee un vínculo inequívoco con la historia del fútbol local, que incluso trasciende más allá de las fronteras insulares. La proyección exterior alcanzada por el miembro más célebre de la estirpe, Luis Molowny –apodado ‘El man

Entre los primeros figuran los hermanos Abelardo y Raúl, integrantes de los equipos originarios del Tenerife, tanto del Sporting como del propio Club Deportivo. Hijos de un respetado consignatario de la ciudad, impulsor de la práctica balompédica en nuestra isla, ambos obtuvieron el reconocimiento popular como primeros emuladores de aquel rudo deporte recién importado de las Islas Británicas, a comienzos del siglo XX.

Los descendientes de estos precursores, encuadrados en la tercera generación de los Molowny, fueron el citado Luis y su primo Abelardo. Desde la niñez, uno y otro dieron sus primeras patadas a la pelota, pero el caso de Luis resultó especialmente singular, a tenor de la destreza con la que se empleaba, propia de los llamados a triunfar. Con solo 15 años, aquel pequeño rubiales de ojos azules ya peleaba por jugar con los grandes, saltándose la norma que limitaba el acceso hasta cumplir la mayoría de edad. Logró hacerlo con 19, en el Marino grancanario, y dos años después voló a Madrid, triunfando en Chamartín.

Aquí se quedaba Abelardo, que en 1943 fichó por el CD Tenerife. Aunque los blanquiazules no atravesaban por sus mejores momentos, tal era la pujanza de sus grandes rivales de la ciudad (Real Unión, Iberia, Price…), estaba por llegar un acontecimiento que marcó la andadura futbolística de Lalo, como le conocían sus compañeros en los campos de juego.

La lejanía geográfica con la península, acentuada por unas comunicaciones que todavía dejaban que desear, sumían al fútbol canario en el ostracismo. El contacto con equipos nacionales se reducía a la organización de amistosos en verano, esperados por la afición insular como verdaderos acontecimientos sociales. El desempeño de los conjuntos de la tierra en nada desmerecía al de sus rivales. Al contrario, solían competir de tú a tú.

Un caso paradigmático fueron los cruces con el Real Madrid, que tardó 15 años en imponerse por vez primera al Tenerife, desde su visita inicial, en 1932. Ocho partidos disputaron aquí los merengue en sus giras del año indicado y de 1932, con un balance de cinco derrotas y tres empates. De ahí que el tercero de los periplos, en 1947, adquiriese connotaciones de verdadera revancha para el laureado cuadro de la capital.

Aquel noveno compromiso fue fechado el 7 de septiembre de 1947, con motivo de la inauguración de la grada de General del viejo Stadium, paralela a la calle San Sebastián. Pese a que el Real Madrid paseaba su flamante condición de campeón de Copa, con jugadores como Bañón, Barinaga, Pruden o Vidal, los isleños volvieron a imponerse (2-0), con un marcado protagonismo de Abelardo Molowny, autor del segundo tanto de la tarde.

El CD Tenerife jugó entonces con Manolito; Isidoro, Chicho; Mora, Medina, Victoriano; Eusebio, Abelardo Molowny, Andrés, López y Peregrino, que vistieron para la ocasión una camiseta inhabitual –rayada verticalmente de azul y blanco– como deferencia al ilustre invitado, que mantuvo así su indumentaria tradicional.

Pero quedaba por celebrarse un segundo lance, cuatro días más tarde, en el que Jacinto Quincoces, preparador visitante, iba a emplear a algunos titulares que había reservado en el primero. Entre ellos: Luis Molowny. El reencuentro con Abelardo, emotivo a todas luces, resultó favorable para el madridista, autor del gol de la igualada con la que acabó el primer periodo. Luego llegarían otros tres más (1-4), que acabaron con la errática trayectoria del campeón en Tenerife. Y fue Abelardo, capitán blanquiazul, quien entregó a su colega visitante el trofeo puesto en juego.

Abelardo Molowny Croissier falleció el pasado viernes, día 24, en la capital tinerfeña, a los 91 años de edad. Por este motivo, los jugadores del CD Tenerife portarán brazaletes negros en el partido que disputarán este jueves en Barcelona, ante el RCD Espanyol en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa SM El Rey.

Pie de foto

Once del Tenerife en su partido con el Real Madrid del 7 de septiembre de 1947. De izquierda a derecha, Victoriano, Mora, Chicho, Manolito, Eusebio, Medina, Peregrino (arriba), Isidoro, López, Andrés y Abelardo Molowny.

Fototeca: Juan Galarza