
El día que Quini jugó en el #HRL
La única presencia liguera de Enrique Castro González (1949-2018) en el Estadio se produjo en el tramo final de la temporada 1976-77, a punto de proclamarse campeón de Segunda y regresar al grupo de los privilegiados. El encuentro finalizó con empate a un
El Estadio H. Rodríguez López es uno de los pocos recintos de España en los que Quini, símbolo máximo en los más de cien años de historia del Sporting, no logró marcar. Y eso que la producción realizadora del delantero ovetense no encuentra parangón: 270 goles a lo largo de 17 temporadas en Primera y Segunda, traducidas en siete trofeos Pichichi, dos de ellos en la categoría de plata. Solo el legendario Telmo Zarra le supera en cuanto a conquistas del preciado galardón. El bilbaíno sumó seis, en tanto que Quini, junto a Alfredo Di Stéfano y Hugo Sánchez, alcanzaron cinco.
La única presencia liguera de Enrique Castro González (1949-2018) en el Estadio se produjo en el tramo final de la temporada 1976-77, a punto de proclamarse campeón de Segunda y regresar al grupo de los privilegiados. Bajo la dirección de Vicente Miera, los rojiblancos realizaron una campaña de fábula, después de desechar una oferta de 45 millones de pesetas por el ariete, procedente del FC Barcelona.
En paralelo, el Athletic puso sobre la mesa 35 millones por el extremo Churruca. Los socios sólo aceptaron la segunda y el club destinó el montante a la construcción de la Ciudad Deportiva de Mareo. Tres años más tarde, Quini vistió de azulgrana por 80 millones.
Cuando el CD Tenerife recibió al Sporting, el 7 de mayo de 1977, los blanquiazules habitaban en la zona tranquila de la tabla, aunque descolgados de la lucha por el ascenso a Primera. Con Mariano Moreno en el banquillo, disponían de un grupo cualificado. La sexta plaza obtenida al término del campeonato se puede considerar como todo un éxito. Aquel CD Tenerife mostró lo mejor de sí, con jugadores de valía reconocida y una combinación equilibrada entre veteranos y jóvenes.
"Sólo nos faltaba ver jugar al cuadro gijonés de todos los equipos que componen la Segunda División, y una vez más nos reafirmamos en nuestro criterio de que el Tenerife nada tiene que envidiarle a los restantes conjuntos que forman el grupo", escribió Tinerfe en su crónica del partido, en las páginas de deportes del periódico El Día. A su juicio, el punto obtenido por el Sporting obedeció a la inferioridad numérica que sufrió el equipo, a poco de iniciarse la segunda parte, por expulsión del defensa Luis Marín.
Un soberbio cabezazo del paraguayo Crispín Maciel, a los 22 minutos, sirvió para enjugar la ventaja lograda por el Sporting, a punto de cumplirse el minuto 10, por mediación del Tati Valdés. Porque quien anotó para los astures fue el centrocampista citado. Al goleador del grupo lo secó el charrúa Juan Carlos Aparicio.
La marca del 'Cacho'
Toda la expectación giraba alrededor de Quini. Tenía 27 años y acumulaba un Pichichi en Segunda (69-70) y dos en Primera (73-74 y 75-76). Su capacidad frente al marco contrario le condujo a la internacionalidad seis años atrás, durante su bautizo en la máxima categoría, llegando a sumar 35 actuaciones con la camiseta colorada, que incluyen dos Mundiales (Argentina-78 y España-82) y una Eurocopa (Italia-80). No es de extrañar que Moreno decidiera un marcaje especial para la ocasión.
El preparador decidió variar las posiciones en la zaga, donde el uruguayo Hugo Fernández (ex Peñarol) solía desempeñar funciones de marcador de cierre y su compatriota Aparicio, de lateral izquierdo. El planteamiento pasaba por intercambiar sus papeles, situando al segundo sobre el famoso ariete. La estrategia no pudo salir mejor. "Quini poco pudo hacer, estrechamente vigilado por Aparicio", indicaba Tinerfe.
La alineación de los locales estuvo integrada por Bertinat; Marín, Aparicio, Julio, Hugo Fernández; Pepito, Medina, Gilberto; Maciel, Illán y Movilla. Entre los titulares del rival figuraba el exentrenador de los gijoneses Ciriaco Cano. Apodado Cacho, Juan Carlos Aparicio Fernández (Montevideo, 10 de marzo de 1948) había llegado a la Isla el verano anterior, procedente del Celta, en el que militó tres temporadas, dos de ellas en Primera. Antes de venir a España, jugó durante siete años en el Huracán Buceo de la capital de su país. Y en ese conjunto colgó las botas, después de completar otros dos cursos con la camiseta del CD Tenerife, la última de ellas (78-79) en Segunda B.
Posteriormente, Quini visitó en numerosas ocasiones el Estadio HRL como delegado del R. Sporting de Gijón. "Tuve la suerte de haberlo conocido y es una pena", afirmó en rueda de prensa Juan Villar. "Todo el mundo le tenía un cariño enorme y le doy todo mi apoyo a la familia", remarcó el centrocampista del CD Tenerife.
Este miércoles se abrirá la capilla ardiente en El Molinón. El funeral tendrá lugar en el mismo campo. La afición podrá darle el último adiós a El Brujo en su templo. El próximo fin de semana en todos los Estadios de LaLiga Santander y LaLiga 1l2l3 se guardará un minuto de silencio en su memoria.
#DEPQuini #EternoBrujo
(Fotografía: Mundo Deportivo)