El CD Tenerife muestra su pesar por el fallecimiento de Juan Carlos Perrone
El CD Tenerife muestra su pesar por el fallecimiento de su exjugador Juan Carlos Santiago Perrone, cuyo deceso se produjo esta semana en Argentina a la edad de 69 años. En señal de luto, los jugadores de la entidad blanquiazul lucirán crespones negros dur
Conocido por su apellido materno, Perrone fue un extremo zurdo que tuvo un breve pero azaroso paso por el fútbol español. Fichado por el Málaga en el verano de 1972 en un tiempo en el que estaba prohibida la contratación de jugadores extranjeros, tampoco pudo jugar como oriundo en el equipo andaluz, entonces en Primera División, al no recibir la autorización de la Federación Española de Fútbol.
Procedente del Lanús, la Federación no admitió la documentación que presentó el Málaga para acreditar los orígenes españoles de Perrone, cuando el equipo andaluz ya tenía esas dos plazas de oriundo ocupadas por los también argentinos Vilanova y Viberti. “No volveré a Lanús. Viberti cumplirá el próximo verano su tercer año como oriundo y quedará una plaza libre”, afirmó el extremo.
Sin opción de disputar partidos oficiales con el Málaga 72-73, Perrone se limitó a participar en los entrenamientos a las órdenes de Marcel Domingo y a la disputa de encuentros amistosos, hasta que cayó lesionado ante el Granada en un partido de la Copa de Andalucía. Con una rotura del ligamento interior del tobillo derecho, debió parar más de tres meses.
Con la apertura de las fronteras en el verano de 1973, la situación de Perrone parecía solucionarse, pero el Málaga fichó al argentino Guerini y al yugoslavo Petkovic (que no llegó a debutar), se retrasó la españolización de Viberti... y el extremo tuvo que abandonar el equipo. Negoció con el Español y el Córdoba, pero acabó por regresar al Lanús, su club de procedencia en Argentina.
Al no admitir la Federación Española su documentación como oriundo, Perrone volvió a casa... para regresar al fútbol español en el verano de 1974. Lo haría fichando a prueba en el CD Tenerife, con la condición de que jugara como oriundo, pues la entidad blanquiazul tenía al urugayo Ferreira y el paraguayo Baez como extranjeros, una vez que se quedó sin ficha el uruguayo Krauss.
Ya en la isla, Perrone pasó la prueba deportiva con notables actuaciones ante el Legia de Varsovia en un partido de pretemporada y frente al Real Unión y el Tatabanya en el Trofeo Teide. Zurdo cerrado y extremo a la antigua usanza, siempre pegado a la línea de cal, en la final de este torneo, que concluyó con victoria blanquiazul (4-2), Perrone hizo dos tantos y destacó por su velocidad y desborde.
Una vez que el CD Tenerife asignó sus dos plazas de oriundos al uruguayo Caamaño y al argentino Perrone, el extremo tardaría tres meses en lograr que la Federación Española aprobara su documentación, algo que hizo en noviembre de 1974 en una reunión en la también que dio vía libre a la presencia como oriundos del brasileño Marinho (Barcelona) y el uruguayo Mazurkiewicz (Granada).
En un tiempo en el que los oriundos levantaban sospechas y eran mirados con lupa, la Federación Española aclaró que las negativas anteriores no estaban relacionadas con dudas en su documentación, “sino con el hecho de que el club solicitante [el Málaga] tenía cubiertas las plazas” de oriundos. Con todo en regla y tras un amistoso ante el Akademink (Dinamarca), Perrone ya podía debutar en España.
Lo haría ante el Valladolid en Zorrilla y se estrenaría en el Estadio frente al Rayo Vallecano, en ambos casos saliendo desde el banquillo... y en un CD Tenerife muy convulso. En apenas tres semanas, Perrone vio como media docena de jugadores eran expedientados por actos de indisciplina, mientras el técnico Moll y el presidente González Cano debían abandonar la nave blanquiazul.
En unas circunstancias difíciles, Perrone no tuvo continuidad y sólo pudo disputar once partidos como blanquiazul, siendo titular en siete de ellos. Sus mejores prestaciones las ofreció en la Copa del Generalísimo, donde marcó ante el Basconia (6-0)... y en el derbi contra la UD Las Palmas (1-1), en ambos casos en el Heliodoro Rodríguez López. Acabado el curso, fue declarado jugador transferible y regresó a Argentina.
(Fotografía: Acan)